La osteopatía está indicada para:
- Dolores músculo-esqueléticos: es decir, que afectan a la columna, las articulaciones, los músculos, los tendones (dolores de espalda, de cuello, de cabeza, mareos, tendinitis, contracturas...)
- Problemas digestivos: hernia de hiato, reflujos, ardores, digestiones difíciles, estreñimiento, diarrea...
- Dificultades respiratorias
- Ansiedad, cansancio, alteraciones del sueño...
La osteopatía tiene como objetivo buscar el funcionamiento óptimo del cuerpo humano, teniendo en cuenta numerosos factores.
Una sesión de osteopatía se compone de 3 partes:
- una anamnesis: es un interrogatorio completo que nos va a permitir entender mejor la dolencia e integrarla dentro de la globalidad para llegar a un diagnóstico.
- una exploración global y específica del cuerpo y de los sistemas para confirmar el diagnóstico.
- un tratamiento basado en la terapia manual con técnicas estructurales, viscerales y craneales según las necesidades del paciente, con el objetivo de ayudar al cuerpo a recuperar la salud.
La duración aproximada de una 1ª visita es de 1h y una visita de control de 45 min.
La osteopatía en bebés sigue los mismos principios pero con técnicas más suaves y sútiles todavía.
Incluso en un parto "sin complicaciones" el cráneo del bebé recibe muchas presiones (necesarias) que provocan tensiones de las membranas. Estas tensiones pueden dar lugar a una cierta irritabilidad, dificultades para dormir, para engancharse al pecho de la madre, los famosos cólicos del lactante, etc...
La Osteopatía Pediátrica mejora la salud del bebé y le permite crecer en las mejores condiciones, liberándole de "frenos" que le puedan afectar a lo largo de su crecimiento.